viernes, 21 de junio de 2013

Rápidos

mejores padres, mejores hijos
Rápido es el deporte que se practica en ríos belicosos, consiste en recorrer la dirección de la corriente, los ríos que se navegan presentan dificultad al recorrerlos, llamados ríos de aguas blancas, debido a que este color es característico de la espuma que genera la turbulencia en los cuerpos de agua, otra denominación común para este tipo de ríos es simplemente "rápidos".
Las embarcaciones más comunes que se utilizan son la balsa y canoa, que pueden ser rígidas o inflables, esta actividad se conoce también por la palabra “rafting”, en el descenso de ríos existe una clasificación internacional ampliamente aceptada para clasificar los ríos según su grado de dificultad al navegarlos, “aguas planas” “clase 1 y clase 2 que resultan sencillos de recorrer o sea que el grado de dificultad es mínimo.
La clase 3, considerada de nivel intermedio son aguas turbulentas con huecos y olas medianas aproximadamente de un metro, con remolinos que ponen en peligro a los nadadores y a determinadas embarcaciones, por lo que requiere técnica y conocimiento del río porque el siguiente nivel, es decir, el río clase 4 que contiene aguas blancas muy turbulentas pero de alguna manera predecibles, ahora los huecos y las olas pueden medir hasta dos metros con remolinos fuertes y peligrosos, tal vez algunas cascadas, así que la exigencia de conocimiento y habilidad es mayor porque existen pasos estrechos que exigen maniobras complicadas.
La clase 5 es de aguas blancas muy turbulentas y poco predecibles, ahora los huecos y las olas superan los dos metros con remolinos y cascadas de alto riesgo, va a ser necesario que quienes intenten una aventura en este tipo de río, sean expertos con un alto conocimiento del río que pretenden conquistar, porque las maniobras serán de riesgo extremo, de ninguna manera es recomendable que acudan principiantes a este tipo de reto. La clase 6 simplemente no es navegable, se considera muy difícil o simplemente imposible de conquistar.
Muy importante es comprender que no todo río rápido tiene una misma clase en toda su extensión, generalmente muestra una sucesión de tramos donde aparecerán tal vez todas las clases y algunas de ellas dos y hasta tres veces en el recorrido, lo mejor es tomar como punto de referencia la clase de mayor dificultad hasta la mínima, lo cual permite trazar un proyecto de recorrido con cierta seguridad.
Este deporte requiere un estricto dominio del equipo, el adecuado uso de los dispositivos, conocimiento de las metodologías básicas de impulsado y rescate, es indispensable aún cuando se va con un guía experto en descenso de ríos, desde luego que es fundamental realizar esta actividad con el equipo adecuado como es el casco que protege la cabeza con seguridad, chaleco salvavidas, calzado apropiado, traje de neopreno, casco extensible de emergencia y cuchillo especial.
El guía, que también se le denomina timonel, debe ser muy experimentado y con sólidos conocimientos de los rápidos del río de acuerdo a la clase que pertenece, el equipo humano debe prever cuerdas de rescate, bolsas secas, alimentos, agua potable, bomba de aire botiquín de primeros auxilios, silbato de ordenes y lo que cada expedición reclame de acuerdo al grado de dificultad.
Todo guía de una embarcación para descenso de ríos domina los siguientes aspectos técnicos:
El manejo de todo el equipo especial en este deporte extremo.
Saber “leer el río”, interpretar adecuadamente sus turbulencias, remolinos y muchas disciplinas más, necesarias en este bello deporte.
Conocer y dominar las señales básicas de comunicación, de rescate tanto de personas como de embarcaciones, estar listo, siempre listo a decidir aunque sufra alguna tragedia y hacer que el paseo en un rápido se grabe indeleblemente en cada una de las personas que asisten a este tipo de aventura.


martes, 18 de junio de 2013

Bicicleta de montaña

mejores padres, mejores hijos
Sentir la velocidad es parte de la esencia del ser humano, no importa ganar o perder, caer y levantarse, subir y bajar, percibir el contacto no solo con la naturaleza sino admirar la grandeza de nuestro mundo y al mismo tiempo la pequeñez de nuestro cuerpo y de nuestro ser, ese es el sentir cuando subo y bajo montañas con una bicicleta, tan grande o pequeña, como la sienta mi cuerpo en el momento de superar los obstáculos que la misma naturaleza interpone en mi camino, eso es vivir.
Iniciar una experiencia en bicicleta de montaña es posible solo cuando se ha experimentado un trabajo teórico previo ya que implica una serie de conocimientos desde la manera de “engrasar” las cadenas de tracción que permiten el movimiento de la bicicleta en todo momento, hasta el ajuste del asiento que se realiza de acuerdo a las características anatómicas de cada integrante del equipo, que pretende iniciar una aventura en bicicleta que se antoja será inolvidable, como lo indica la misión de nuestro grupo “Retto expediciones” en el recorrido que haremos rodeando la montaña conocida como “Malinche” en el estado de Puebla, México.
En este momento recuerdo cuando vi por primera vez una extraña bicicleta de montaña, con ruedas gruesas, más allá de las ruedas de bicicletas convencionales, era un grupo de ciclistas desconocidos pero me atrajo de tal manera el grupo organizado con ropa y accesorios poco convencionales, pero muy atractivos, sin embargo, mi curiosidad fue tan aguda que a los pocos días ya me encontraba solicitando datos de ese tipo de vehículo que sin duda estaba adquiriendo una popularidad extrema y la verdad es que no podía quedarme rezagado ante este “retto” que la vida me estaba mostrando con una sencillez asombrosa.
Hasta que logré integrarme a un grupo que disfrutaba plenamente de esta disciplina hasta entonces desconocida en mi medio, por lo que luché en el aprendizaje y tracé mi nuevo “retto” hasta que la invitación se hizo realidad y la disfruté desde la mañana que más bien parecía de noche cuando acomodamos las bicicletas en una camioneta y nos dirigimos a un pueblo del estado de Puebla conocido como “San Miguel Canoa, ubicado en la base de la montaña “la malinche” y allí descargamos las bicicletas e iniciamos nuestra gran aventura.

Ocho personas integramos el grupo que me inició en este maravilloso episodio, muchos fueron los metros y kilómetros recorridos, previamente nos repartimos alimentos, agua y refacciones suficientes inclusive si nos enfrontáramos a situaciones imponderables, la técnica de repartición tiene el objetivo de distribuir el peso de las cosas, pero lo curioso fue que la gente del lugar nos miraba como si se tratara de seres de otro planeta o algo parecido pues la vestimenta indudablemente resulta poco conocida por esos lugares, además de que existen razones puntuales en el uso de ese tipo de ropa.
Poco a poco el paisaje que la naturaleza nos fue regalando se transformaba con una hermosura fantástica y con la ayuda de un día esplendoroso y claro en una altura de 2900 metros sobre el nivel del mar aproximadamente, con una temperatura considero muy alta, quizás arriba de los 20 grados y con el esfuerzo que la bicicleta nos exigía, tal vez la temperatura se elevaba sin darnos cuenta y a determinadas distancias encontramos vigilancia gubernamental del sistema forestal que guarda las zonas protegidas, a la fecha podemos presumir que todavía contamos con áreas verdes bastante grandes haciendo el trabajo ecológico necesario.
Después de cuatro horas de travesía, justo era tomar un descanso que aprovechamos con los alimentos que la verdad, nunca antes había apreciado el sabor exacto, de manera que el descanso, aunque pequeño, nos permitió intercambiar experiencias que finalmente enriquecen lo vivido por cada uno de nosotros y que se transforman en vivencias, lo más seguro es que las transmitiremos a nuestros hijo y nietos, con la esperanza de que en su momento aprendan a disfrutar lo que la naturaleza nos regala cada día.
Continuamos el recorrido comenzando a sentir la emoción de librar arbustos y raíces de arboles que invaden el camino, lo que presenta un atractivo mayor a nuestra aventura obligándonos inclusive a un aumento en la velocidad sobre todo en los momentos que el terreno produce un descenso obligado, de tal suerte que simplemente nos obliga a poner en acción todas aquellas habilidades que en el curso teórico nos fueron mostradas, así que forzosamente esta vez hubo que poner en práctica lo aprendido.
Finalmente llegó la hora de recorrer el camino en sentido contrario hasta donde se había dejado la camioneta que nos transportaría al punto de partida de esa maravillosa mañana, esta vez pudimos apreciar el valle, el terreno se prestó estupendo por ser bajada y así el final de la aventura nos entregó una satisfacción que en verdad resulta difícil describir con palabras, pues lo valioso es la vivencia y de ello, cada uno de nosotros habrá de hacer una descripción única, puesto que cada uno de nosotros somos únicos, parece que no existe nadie que piense como yo pienso, que vea las cosas como yo las veo, dicho con un poco de filosofía, nadie describirá nunca el aroma de una rosa como yo lo puedo hacer en este momento, ese día, simplemente fue inolvidable.






lunes, 17 de junio de 2013

Buceo

mejores padres, mejores hijos
Nuestro mundo correspondería llamarse planeta océano y no planeta tierra, ya que el 75 por ciento se encuentra cubierto por agua, la gran promesa de la subsistencia humana. El hombre, está comenzando a ver el mundo acuático como proveedor de alimentos y como refugio adecuado y seguro ante un futuro incierto.

Literalmente es otro mundo, es como entrar en un sueño surrealista de percepción espacial, podemos sentir cada respiración, lo significa la confirmación de nuestra existencia, quedando en éxtasis en un mundo mágico de tonos azulados, con criaturas nunca vistas y solo descritas por el intrépido y legendario “Cousteau”, después de una hora de contemplación, emergemos a la superficie para caminar en la tierra y sentirnos bípedos una vez más” “se dice que en el mar no caminamos, solo flotamos”.

En la costas del golfo de México, se encuentra el complejo de arrecifes veracruzano, a cuatro horas de la ciudad de México, por la autopista Puebla - Veracruz, se encuentra la Bella ciudad “puerto de Veracruz”, con verdadero sabor costeño y con las comodidades de una ciudad moderna, existen muchas atracciones, el puerto nos regala un abanico de posibilidades susceptibles de ejecutar en sus costas, sin embargo, quienes han practicado el buceo dicen haberse se iniciado en este puerto maravilloso.

La ciudad cuenta con hoteles para todos los presupuestos, hoteles de tres y cuatros estrellas, o incluso una zona con hoteles de gran turismo para los muy exigentes. Además del Buceo, en Veracruz podemos disfrutar de una gran variedad de atractivos turísticos: como “el Baluarte de Santiago” “la casa del Santo Oficio” “el ex-convento de San Francisco” “el Faro Venustiano Carranza” “el Hospital San Sebastián” “Catedral, Palacio Municipal, Santuario de la Reforma” “Templo del Cristo del Buen Viaje” “edificio de la Aduana” “edificio de Correos y Telégrafos y los Portales.

Entre los museos de la ciudad, mencionaremos el de arqueología, historia, cultura de la ciudad y el fuerte de “San Juan de Ulúa”. Además de un importante atractivo que no podemos dejar de visitar, el Acuario de Veracruz, que se inauguró en 1992 y que nos da un pequeño adelanto de lo que veremos en sus arrecifes, ahora es tiempo de dirigimos a la tienda de buceo y ordenar nuestros equipos, algunos están en su viaje de certificación, es decir, es la primera vez que experimentarán el buceo en el mar, se percibe sensación de nerviosismo y expectación de que estamos a punto de realizar algo nuevo en nuestra vida.

Cada uno de nosotros revisa: aletas, “máscara de buceo”, “snorkel”, neopreno, regulador, chaleco compensador y tanque de aire, ahora es momento de acudir a la embarcación equipada y acondicionada que nos brindará la oportunidad de una nueva experiencia, viajaremos una hora y media aproximadamente, hasta llegar a lugares lejanos del arrecife,: la Anegada de afuera y “Santi guillo”, con mar en calma, recorremos el trecho que nos separa de la aventura, pasamos entre la Isla verde y la Isla pájaros para después dirigirnos un poco mas al sur hacia el área de “Antón Lizardi”. En el camino armamos nuestros equipos de buceo colocando el tanque en el arnés del chaleco y colocando el regulador en el tanque. Probamos que cada pieza funcione a la perfección, ya que nuestra seguridad y disfrute depende de su perfecto funcionamiento.

Por seguridad nos organizamos en parejas y así nos tiramos al agua, al mejor estilo de los buzos: hacia atrás y ya que estamos todos en la superficie, damos las últimas indicaciones y comenzamos la inmersión por el cabo del ancla que nos ayuda a mantenernos juntos de dos en dos, desfilamos el chaleco compensador y nos adentramos en un mundo en donde el sonido viaja 25 veces mas rápido que en aire, las cosas se ven 25 por ciento mas grandes y 33 por ciento mas cerca, esto debido a un fenómeno provocado por el cristal del visor, tal vez de ahí viene la fama de los buzos de ser exagerados.

Cuando alguno de los principiantes manifiesta problemas, simplemente bajamos más despacio con él, soplando por la nariz igualando la presión del agua que aumenta una atmósfera cada 10 metros, al llegar al fondo, el grupo se reúne, felicitamos a los principiante dándoles un fuerte apretón de manos por haber llegado al fondo por primera vez y puntualizamos que los colores se han tornado azulados debido a que la luz no puede penetrar en el ambiente denso del agua.

El recorrido a quince metros de profundidad, tal como lo acordamos previamente en nuestro plan de buceo, en ese lugar los principiantes permanecerán en el banco de arena para realizar algunos ejercicios de práctica, mientras los demás miembros del grupo inician su recorrido en el fondo marino, las primeras formaciones que vemos son un grupo de corales cuerno de ciervo, registradas así, por estar pegada al arenal, no se ve el macizo de coral blanco, conforme avanzamos, descendemos a mayor profundidad y el banco de piedras y coral blanco va tomando forma ante nuestros ojos, existe gran cantidad de cerebros o “coral múcura”, corales que como su nombre común lo dice, semejan un gran cerebro que puede llegar a medir varios metros de diámetro.

Entre las piedra encontramos un pez cirujano y mas abajo un pez piedra, que presenta un camuflaje perfecto, ya que tiene la capacidad de mimetizarse con la roca, y hay que tener mucho cuidad pues sus aletas dorsales que pueden inyectar un poderoso veneno, pero si no se le molesta o toca es inofensivo, mas adelante se nos une una escuela de barracudas, peces que tienen un fiero aspecto, pero en realidad no atacan a los buzos, lo que a veces provocan desconcierto y sacan de sus casillas a los buzos, ya que por curiosidad pueden rondar por mucho tiempo alrededor de ellos.

Entre las rocas, descubrimos también una gran cantidad de arbolillos de Navidad, en realidad son gusanos de tubo, estos gusanos parecidos a pequeños pinitos sobresalen unos 10 o 20 centímetros de las rocas y cuando intentas tocarlos se meten en un abrir y cerrar de ojos desapareciendo como por arte de magia, seguimos nuestro recorrido y hemos llegado a 70 pies, equivalente a 21 metros, es la máxima profundidad que alcanzaremos durante la inmersión, aquí descubrimos un banco enorme de peces plateados que pasa semejando a una gran roca movible, uno de los buzos se distrae con el espectáculo y sin querer roza un coral anaranjado, inmediatamente siente ardor y picazón se topó con un coral de fuego, que como protección genera una sustancia compuesta de proteínas con gran capacidad irritante.

Durante el recorrido vemos algunas morenas, peces loro y algunos más, uno de los buzos se percata de que su manómetro marca bajo suministro de aire, nos agrupamos nuevamente e iniciamos el ascenso lento hacia la superficie, para evitar la enfermedad de la descompresión, realizamos una parada de seguridad a 5 metros de profundidad y después emergemos a la superficie, felices de nuestro paseo submarino. Y en la embarcación, comentamos la experiencia sobre las maravillas que contemplamos, preguntamos al grupo de estudiantes e invitamos a describir cómo les fue y están maravillados por su experiencia, aunque estuvieron la mayor parte del tiempo practicando las destrezas básicas del buceo pues fue su primer contacto con este mundo y esa primera vez nunca se olvida.

Regresamos al puerto y nos reunimos a comer en el centro de Veracruz entre marimbas y agua de horchata además de un festín de mariscos y seguimos contando las historias de esta maravillosa actividad: El buceo.


lunes, 10 de junio de 2013

Espeleología

mejores padres, mejores hijos
Ciencia que se encarga de la exploración y estudio de las cavidades subterráneas, tal vez debiera denominarse como “espeleismo” que bien puede calificarse como deporte ya que sus orígenes dependen del estudio morfológico de las cavidades naturales del subsuelo, pero lo más importante es que le podemos etiquetar de cualquier manera, lo fundamental es que esta disciplina nos ofrece un mundo maravilloso que también podemos calificar como “otro mundo”
“Las cuevas nos enseñan el interior de la tierra pero también de nosotros mismos” así lo describen quienes este deporte practican, dicen: “es una prueba constante a nuestros sentidos, lugares donde nuestra luz se une con su oscuridad para formar imágenes imposibles, soñadas mil veces y vistas solamente una, es otro mundo, un mundo dentro de otro mundo, el reverso negativo de la realidad, de la luz, de la vegetación, de la vida”, aseguran que se sienten más vivos que nunca cuando desafían al abismo y cuando, por fin, salen a la superficie tras horas de alucinación y esfuerzo, el mundo se presenta distinto.
La espeleología oferta multitud de atractivos, tanto lúdicos como científicos a diversos niveles, lo que hace de ella una actividad muy completa, dado que se practica en las cuevas con mayores longitudes y desniveles del planeta, puede considerarse como la principal rama de la exploración espeleológica; las condiciones de exploración son, además, generalmente duras, muchas de las cuevas kársticas conocidas actualmente se encuentran en macizos montañosos relativamente fríos, con corrientes de agua subterráneas permanentes, estos ríos suelen tener temperaturas gélidas que hacen más difícil la progresión del espeleólogo, o pueden crecer súbitamente debido a tormentas en el exterior.
“El espeleobuceo” es una variante de la espeleología que centra su actividad en la exploración de cavidades subacuáticas, muchas de las cuevas concluyen en conductos cegados por el agua, denominados sifones, a partir de este punto, los buceadores toman el relevo a los espeleólogos para continuar la exploración de la cavidad, la práctica del buceo en cuevas debe ser realizada por personas que, además de ser buenos espeleólogos y buzos expertos, dominen las técnicas y equipos especializados, las características tan hostiles que presentan los espacios inundados en las cavernas, hacen del espeleobuceo una de las actividades más peligrosas del mundo.
Este maravilloso mundo esta a nuestro alcance y lo podemos encontrar a unos cuantos pasos de la hermosa Ciudad de Puebla, México, enclavada en la sierra mágica del estado de Puebla y con un laberinto de cuevas y cavernas como un queso gruyere está el sistema cavernario de la sierra norte del estado, en sus múltiples cuevas, túneles y cavernas se puede practicar el maravilloso deporte de la espeleología, ingresar a este sistema es simple, se puede tomar como base la pintoresca población de Cuetzalan, que se encuentra a tres horas aproximadamente de la Ciudad de Puebla.
En la ciudad de Puebla se puede contactar con “Retto expediciones” que se ha especializado en este deporte con gran efectividad, creo que bien vale la pena conocer e intentar el inicio en esta actividad que resulta fascinante, no se si interpretarlo como un viaje en el tiempo o simplemente en una gran aventura, de esas que se quedan grabadas en lo más profundo de nuestra alma, la experiencia vivida seguramente que permanecerá indeleble en el resto de la vida.
Ninguna persona en su sano juicio se entregaría a una cuerda como único vinculo entre la realidad cotidiana y ese otro mundo, con toneladas de roca fungiendo como frontera entre el mundo real y las entrañas del planeta, pero esas entrañas nos ofrecen tantas bellezas que resulta imposible eludir el placer de disfrutar tremenda maravilla, de tal suerte que la espeleología es sin lugar a dudas “un mundo esplendoroso”.



sábado, 1 de junio de 2013

Hablar en público

mejores padres, mejores hijos
Lograr éxito y alcanzar metas se consigue con el arte de hablar, pero hablar bien es lo que hace la diferencia, existen técnicas infalibles, trucos sencillos y prácticos que permiten manejar la voz, el cuerpo, los sentimientos y las palabras en cualquier situación, por ejemplo: Perder el miedo a presentarse frente a un grupo de personas y captar la atención de los presentes, pero disfrutando el hecho de ser el foco de atención.
La oratoria es el arte de hablar bien en público y agradar, convencer o provocar un sentimiento determinado, la oratoria es un genero literario que comprende las obras escritas con el objetivo de ser proclamadas oralmente, la oratoria es el arte de hablar en público que consigue instruir, persuadir o excitar los ánimos y conmover a una acción determinada, con la oratoria se puede sacar el máximo provecho de la voz y con ella transmitir el mensaje deseado con la certeza de que será comprendido perfectamente.
Gramática, retorica y lógica son los tres elementos fundamentales que permiten comunicar una idea, sin el dominio de la gramática difícil resulta esperar que el mensaje sea captado en su destino, con la retorica como arte de hablar y escribir con eficacia y corrección se logra provocar en quien nos escucha un sentimiento determinado, además de configurar la manera de expresarnos y la lógica como ciencia formal que establece los principios de la demostración, de manera que gramática, retorica y lógica hacen de cualquier idea el carácter de cautivar a un publico de una o mil personas.
Dicción perfecta, equivale a emplear las palabras que forman oraciones con cualidad hablada, se dice que es buena dicción cuando el empleo de dichas palabras es correcto y acertado en el idioma al que pertenecen exaltando la manera de hablar, una buena dicción equivale a pronunciar correctamente, acentuar con elegancia, frasear respetando las pausas y matizar los sonidos musicales, una buena emisión de voz resulta un extraordinario apoyo en todo discurso y solo se trata de pronunciar adecuadamente cada una de las palabras, como lo dictan las reglas gramaticales.
Hablar a un público de cualquier magnitud implica lograr que la voz refleje un estado de ánimo o muchos, de acuerdo al objetivo, por lo tanto, la respiración exige un manejo apropiado, mantener una voz modulada con tonos y matices, hace que el cuerpo hable de manera brillante y convincente, proyectando sentimientos acordes al mensaje y cambiando a voluntad el ambiente y el estado de animo de quienes nos escuchan, es decir, la energía colectiva con la agilidad mental necesaria en cada caso.
Improvisar es importante, saber improvisar requiere de agilidad mental y soltura corporal, una manera sencilla es estructurar ideas a partir de una palabra de forma lógica y comprensible, con la posibilidad de adaptarse a cualquier tipo de receptor, lo cual requiere una preparación cultural aceptable que permita dar ejemplos claros y convenientes, hasta puede ser aceptable hacer uso del sentido del humor, todo con el único objetivo de practicar el arte de “salirse con la suya”.
Sinceridad, al hablar en publico nunca debemos tratar de ser distintos, lo mejor es “sacar partido” de nuestra personalidad, si tratamos de ser distintos, lo más seguro es que no se logre convencer a los que nos escuchan, iniciar con una anécdota suele ser una excelente apertura, sirve como vinculo entre el publico y nosotros, además de agradecer a la persona que nos ha invitado o presentado, todo esto con una sonrisa, luego, un silencio atrae la atención y ahora sí, comience, el público es suyo, usted es el foco de atención, exponga el arte de hablar en publico.




lunes, 27 de mayo de 2013

Palabras,palabras

mejores padres, mejores hijos

Querer, un verbo utilizado con frecuencia porque puede tratarse de un deseo, de una ilusión y hasta de un sueño, pero la verdadera importancia de esta palabra es que se trata del primer paso, sin él, todo se mantiene en el nivel de pensamiento y lo que se mantiene en ese lugar allí se quedará, en el momento que decimos “quiero” se inicia un proyecto, exitoso o no, pero se inicia, eso es lo valioso, aplicar el valor de iniciar algo.
Querer saber, puede ser un magnífico propósito, querer saber se convierte en el mejor de los objetivos, querer saber suele denominarse cimiento fuerte y poderoso de lo que será a futuro un gran edificio, que servirá de escaparate dedicado a mostrar la personalidad, los deseos y los triunfos a que aspira todo ser pensante, pues solo con el saber nada se construye, pero cuando se quiere y se magnifica el saber, las ideas adquieren una dimensión excelsa.

Osar, sinónimo de atreverse, osar, determinarse a hacer o decir algo que implica un riesgo, tal vez este sea el momento más importante de toda idea nacida en el cerebro, es el momento de la duda, no sabemos si el atrevimiento será exitoso o es una aventura capaz de conducirnos al fracaso o salir exitoso, osar entonces nos coloca en un confesionario personal, cualquier consultor nos recomendará continuar o abdicar, sin embargo, solo nuestro interior es quien va a proporcionar el mejor consejo, creo que este punto es vital, ¿lo hago o no lo hago?
¿Será acaso que debo callar hasta encontrar la respuesta correcta? Callar es un camino que nos permite reflexionar, el tiempo de silencio no tiene reglas, pero si tardamos demasiado en silencio, sin decidir, la idea se desvanecerá y todo causará un fracaso, el factor tiempo es absoluto, como el momento de nacer, el momento es justo en el que sucede y no antes ni después, entonces, una vez meditado el propósito, debemos decidir luz roja o luz verde en la aspiración que nos ocupa, adelante o retroceder.
Querer, saber, osar y callar resultan ser cuatro palabras fundamentales en todo propósito, no importa si el proyecto es ambicioso o de rutina, querer, saber, osar y callar son palabras que nunca debemos olvidar, como cuatro herramientas en todo tipo de proyecto, ya sea familiar, social o profesional, aún aplicado a los problemas culinarios resultan de gran ayuda, ¿Qué comemos hoy? ¿A quien llamo primero? ¿Qué ruta decido tomar? En fin, herramientas múltiples
Cuantos deseos frustrados padecimos desde pequeños porque nadie nos enseñó a decidir, nadie nos dijo que primero se define que es lo que queremos, luego, la manera de definir que es exactamente eso que queremos, el saber sobre lo que queremos, la audacia que nos proporcione el valor de hacer o iniciar ese algo y finalmente callar, hasta que la idea sea una realidad y no antes, pues corremos el riesgo de un fracaso o simplemente que alguien nos gane la partida, por eso es necesario el callar y disfrutar solo cuando todo se haya consumado.
Mi recomendación es: Colocarse ante un espejo antes de iniciar cualquier proyecto y aplicar frente a esa persona que aparece en el espejo las cuatro palabras del tema de hoy: Querer, saber, osar y callar, la sorpresa puede ser magnífica, nos daremos cuenta si esa persona que refleja el espejo es la misma que pensamos que somos, tal vez hasta podemos descubrir los años que hemos estado equivocados y no somos como creemos que somos y el espejo nos muestre a la verdadera persona que jamás quise conocer, Buen principio ¿No le parece?