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lunes, 17 de junio de 2013

Buceo

mejores padres, mejores hijos
Nuestro mundo correspondería llamarse planeta océano y no planeta tierra, ya que el 75 por ciento se encuentra cubierto por agua, la gran promesa de la subsistencia humana. El hombre, está comenzando a ver el mundo acuático como proveedor de alimentos y como refugio adecuado y seguro ante un futuro incierto.

Literalmente es otro mundo, es como entrar en un sueño surrealista de percepción espacial, podemos sentir cada respiración, lo significa la confirmación de nuestra existencia, quedando en éxtasis en un mundo mágico de tonos azulados, con criaturas nunca vistas y solo descritas por el intrépido y legendario “Cousteau”, después de una hora de contemplación, emergemos a la superficie para caminar en la tierra y sentirnos bípedos una vez más” “se dice que en el mar no caminamos, solo flotamos”.

En la costas del golfo de México, se encuentra el complejo de arrecifes veracruzano, a cuatro horas de la ciudad de México, por la autopista Puebla - Veracruz, se encuentra la Bella ciudad “puerto de Veracruz”, con verdadero sabor costeño y con las comodidades de una ciudad moderna, existen muchas atracciones, el puerto nos regala un abanico de posibilidades susceptibles de ejecutar en sus costas, sin embargo, quienes han practicado el buceo dicen haberse se iniciado en este puerto maravilloso.

La ciudad cuenta con hoteles para todos los presupuestos, hoteles de tres y cuatros estrellas, o incluso una zona con hoteles de gran turismo para los muy exigentes. Además del Buceo, en Veracruz podemos disfrutar de una gran variedad de atractivos turísticos: como “el Baluarte de Santiago” “la casa del Santo Oficio” “el ex-convento de San Francisco” “el Faro Venustiano Carranza” “el Hospital San Sebastián” “Catedral, Palacio Municipal, Santuario de la Reforma” “Templo del Cristo del Buen Viaje” “edificio de la Aduana” “edificio de Correos y Telégrafos y los Portales.

Entre los museos de la ciudad, mencionaremos el de arqueología, historia, cultura de la ciudad y el fuerte de “San Juan de Ulúa”. Además de un importante atractivo que no podemos dejar de visitar, el Acuario de Veracruz, que se inauguró en 1992 y que nos da un pequeño adelanto de lo que veremos en sus arrecifes, ahora es tiempo de dirigimos a la tienda de buceo y ordenar nuestros equipos, algunos están en su viaje de certificación, es decir, es la primera vez que experimentarán el buceo en el mar, se percibe sensación de nerviosismo y expectación de que estamos a punto de realizar algo nuevo en nuestra vida.

Cada uno de nosotros revisa: aletas, “máscara de buceo”, “snorkel”, neopreno, regulador, chaleco compensador y tanque de aire, ahora es momento de acudir a la embarcación equipada y acondicionada que nos brindará la oportunidad de una nueva experiencia, viajaremos una hora y media aproximadamente, hasta llegar a lugares lejanos del arrecife,: la Anegada de afuera y “Santi guillo”, con mar en calma, recorremos el trecho que nos separa de la aventura, pasamos entre la Isla verde y la Isla pájaros para después dirigirnos un poco mas al sur hacia el área de “Antón Lizardi”. En el camino armamos nuestros equipos de buceo colocando el tanque en el arnés del chaleco y colocando el regulador en el tanque. Probamos que cada pieza funcione a la perfección, ya que nuestra seguridad y disfrute depende de su perfecto funcionamiento.

Por seguridad nos organizamos en parejas y así nos tiramos al agua, al mejor estilo de los buzos: hacia atrás y ya que estamos todos en la superficie, damos las últimas indicaciones y comenzamos la inmersión por el cabo del ancla que nos ayuda a mantenernos juntos de dos en dos, desfilamos el chaleco compensador y nos adentramos en un mundo en donde el sonido viaja 25 veces mas rápido que en aire, las cosas se ven 25 por ciento mas grandes y 33 por ciento mas cerca, esto debido a un fenómeno provocado por el cristal del visor, tal vez de ahí viene la fama de los buzos de ser exagerados.

Cuando alguno de los principiantes manifiesta problemas, simplemente bajamos más despacio con él, soplando por la nariz igualando la presión del agua que aumenta una atmósfera cada 10 metros, al llegar al fondo, el grupo se reúne, felicitamos a los principiante dándoles un fuerte apretón de manos por haber llegado al fondo por primera vez y puntualizamos que los colores se han tornado azulados debido a que la luz no puede penetrar en el ambiente denso del agua.

El recorrido a quince metros de profundidad, tal como lo acordamos previamente en nuestro plan de buceo, en ese lugar los principiantes permanecerán en el banco de arena para realizar algunos ejercicios de práctica, mientras los demás miembros del grupo inician su recorrido en el fondo marino, las primeras formaciones que vemos son un grupo de corales cuerno de ciervo, registradas así, por estar pegada al arenal, no se ve el macizo de coral blanco, conforme avanzamos, descendemos a mayor profundidad y el banco de piedras y coral blanco va tomando forma ante nuestros ojos, existe gran cantidad de cerebros o “coral múcura”, corales que como su nombre común lo dice, semejan un gran cerebro que puede llegar a medir varios metros de diámetro.

Entre las piedra encontramos un pez cirujano y mas abajo un pez piedra, que presenta un camuflaje perfecto, ya que tiene la capacidad de mimetizarse con la roca, y hay que tener mucho cuidad pues sus aletas dorsales que pueden inyectar un poderoso veneno, pero si no se le molesta o toca es inofensivo, mas adelante se nos une una escuela de barracudas, peces que tienen un fiero aspecto, pero en realidad no atacan a los buzos, lo que a veces provocan desconcierto y sacan de sus casillas a los buzos, ya que por curiosidad pueden rondar por mucho tiempo alrededor de ellos.

Entre las rocas, descubrimos también una gran cantidad de arbolillos de Navidad, en realidad son gusanos de tubo, estos gusanos parecidos a pequeños pinitos sobresalen unos 10 o 20 centímetros de las rocas y cuando intentas tocarlos se meten en un abrir y cerrar de ojos desapareciendo como por arte de magia, seguimos nuestro recorrido y hemos llegado a 70 pies, equivalente a 21 metros, es la máxima profundidad que alcanzaremos durante la inmersión, aquí descubrimos un banco enorme de peces plateados que pasa semejando a una gran roca movible, uno de los buzos se distrae con el espectáculo y sin querer roza un coral anaranjado, inmediatamente siente ardor y picazón se topó con un coral de fuego, que como protección genera una sustancia compuesta de proteínas con gran capacidad irritante.

Durante el recorrido vemos algunas morenas, peces loro y algunos más, uno de los buzos se percata de que su manómetro marca bajo suministro de aire, nos agrupamos nuevamente e iniciamos el ascenso lento hacia la superficie, para evitar la enfermedad de la descompresión, realizamos una parada de seguridad a 5 metros de profundidad y después emergemos a la superficie, felices de nuestro paseo submarino. Y en la embarcación, comentamos la experiencia sobre las maravillas que contemplamos, preguntamos al grupo de estudiantes e invitamos a describir cómo les fue y están maravillados por su experiencia, aunque estuvieron la mayor parte del tiempo practicando las destrezas básicas del buceo pues fue su primer contacto con este mundo y esa primera vez nunca se olvida.

Regresamos al puerto y nos reunimos a comer en el centro de Veracruz entre marimbas y agua de horchata además de un festín de mariscos y seguimos contando las historias de esta maravillosa actividad: El buceo.