miércoles, 17 de julio de 2013

Candor más fuerza y belleza

mejores padres, mejores hijos
Tres palabras fundamentales con la que se ha tratado de sintetizar la forma de ser de un niño o la forma de manifestar su alegría en la vida, fuerza, belleza y candor, tal vez este sea el mejor orden que nos permite describir la estructura interna y externa de un bebe desde que nace, dicho de otra manera, afirmo que no existe bebes feos, todos son hermosos.
La fortaleza de un bebe no se mide por su fuerza física, se mide por la fortaleza que adquieren la madre y el padre, sus progenitores, pues sin la llegada de ese bebe, nada hubiera sucedido, ahora padre y madre son más fuertes, ahora se encuentran dispuestos a enfrentar los obstáculos que antes parecían infranqueables, ahora el panorama futuro se presenta como un arcoíris de brillante colorido, ahora se abre la puerta majestuosa de la vida.
La belleza adquiere otra dimensión, desconocida hasta el día en que aparece un nuevo ser, el concepto belleza se mide por los colores azul o rosa, designados en la etiqueta de niño o niña, hombre o mujer, pues la arquitectura anatómica muestra con lujo de detalles la diferencia entre uno y otro género, en este momento la imaginación de los recuerdos me impide encontrar diferencias fáciles de describir pues cada uno de mis hijos dejó escrita de manera indeleble esa diferencia que simplemente encuentro maravillosa.
El candor solo se puede apreciar en la actitud de cada momento durante el paso de los días, ninguno es igual, solo se parecen, como si cada uno fuera distinto, como si cada día alguien dibujara una nueva actitud, una nueva señal, una nueva palabra que sin ser palabra interpretamos como tal y que al acumular sonidos y actitudes, sin percibirlo ejercemos una comunicación nunca antes experimentada, creo que a eso se refiere el candor.
Los conceptos: fuerza belleza y candor se utilizan en algunos grupos del orden filosófico, con lo que se pretende describir a quienes se inician en disciplinas diversas que dedican su tiempo a la búsqueda de la verdad o simplemente a la búsqueda del ser interno, de tal suerte que pareciera el umbral hacia una nueva vida o distinta simplemente, me parece que la intención de buscar la respuesta a la gran pregunta: Ser o no ser, justifica plenamente el trabajo de vida.
Personalmente describo las palabras fuerza, belleza y candor, como el resorte necesario y fundamental que ayuda en la intención de hacer bien las cosas, la fuerza me permite resistir los golpes intempestivos que la naturaleza tiene preparados desde siempre con figura de obstáculos insuperables, fuerza que descubre la ayuda necesaria en cada caso, como si se tratara de un refugio seguro cuando el viento sopla al parecer sin control, esa fuerza se convierte en herramienta única y justa que permite resolver el conflicto.
La belleza la interpreto como la actitud que asumimos ante los conflictos ya que si los enfrentamos  con belleza de carácter, con belleza de actitud, con belleza de decisión, no existirá obstáculo alguno que se resista a sucumbir con su propia debilidad, cierto es que ante una situación caótica, debemos crear otra del mismo material con el fin de derruirla con inteligencia y valor.

El candor es quizás el recurso más enigmático que la naturaleza nos ha entregado, el candor tiene que ver con la manera de enfrentar las cosas y la muestra palpable surge en el niño desde el momento que nace, pues él no ha sido enajenado con vicios, pasiones o fanatismos, ha llegado puro limpio y sin mancha, así es como lo recibimos, que importante sería que así lo conserváramos por el resto de su existencia.
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jueves, 11 de julio de 2013

Dolor que no es dolor

mejores padres, mejores hijos
Nacer es sencillamente el más maravilloso de los fenómenos de la naturaleza, antes no era nada y hoy descubro que soy alguien, maquina viviente o simplemente un aparato que es capaz de sentir, hacer, transformar y hasta destruir, fraternalmente le invito a imaginar el momento sublime que significa llegar a este mundo sin más equipaje que el pensamiento y la curiosidad.
Me agrada utilizar la palabra fraternidad como punto de apoyo en la solución de cuanto problema se presenta en el andar en este mundo conocido como vida, cuando de alguna manera me expulsaron de ese mundo maravilloso que es el vientre materno, donde nada me hacía falta, nunca sentí hambre o sueño, ni frío ni calor, ni ruido ni silencio, pero tampoco abría los ojos, no era necesario, pero, un día me dijeron que el tiempo había llegado, debía desocupar el recinto que me prestaron durante nueve meses, tiempo más tiempo menos.
Me convenzo que debo salir inmediatamente, comprendo que mi estado de confort ha terminado, desconozco lo que sigue, supongo que estoy listo a enfrentar las batallas que el destino me tiene preparadas, debo conocer a muchas personas como yo, de momento todo me resulta extraño, siento algo que molesta, parece un dolor que no es dolor, sensación molesta, trato de manifestar mi necesidad y no sé cómo hacerlo, hasta que logro emitir ruidos un tanto desagradables y de inmediato solucionan mi problema, colocan frente a mi algo que entiendo resolverá la situación y lo que me parecía dolor disminuye casi de inmediato.
Aprendí entonces que cada vez que perciba ese dolor que no es dolor, simplemente emitiré los ruidos estridentes y me obsequiarán lo necesario que permitirá nuevamente un estado de confort,
pero después de un tiempo razonable surge un problema distinto, algo ocurre en el otro extremo que produce cierto efecto poco agradable alterando ese estado confortable que también es resuelto con maestría, instantes después se renueva el dolor que no es dolor y la historia se repite.
No recuerdo que fue lo primero que percibí, creo que mis manos sintieron algo de inmediato, luego, escuché ruidos y sonidos totalmente desconocidos y cuando sentí el dolor que no es dolor percibí un sabor agradable y pronto un olor desagradable, como si esas percepciones formaran parte de un todo, es decir, percepciones concatenadas que culminaron cuando pude ver una serie de imágenes, todas ellas maravillosas y desde luego desconocidas, pero aquí estaba yo, disfrutando de esto que llaman vida y que mucho tiempo estuve deseando conocer y hoy es una realidad.
Cuando inicié el relato anterior imaginé comparativamente el día que adquirí la máquina en la que estoy escribiendo, cuando la conecté a la corriente, mostró una especie de vida con sus hardware: el teclado, la pantalla, el mouse, el sonido y toda la gama operativa, con tanto parecido a la llegada de un nuevo ser que viene con su sistema operativo y los hardware: tacto, oído, gusto, olfato y vista, desde luego que me disculpo al hacer este comparativo tan “burdo” pero es la manera sencilla de describir la llegada de una nueva vida, lo que me indica que nada nuevo existe fuera de lo que es el ser humano, la criatura más hermosa de la creación y que nada justifica su destrucción por cualquiera de los métodos conocidos.
Nacer, crecer, aprender, vivir, disfrutar, reír y hasta llorar, todo en esta vida es satisfactorio si se aprecia como regalo divino, dicho regalo se disfruta mejor cuando se practica la fraternidad3-9.

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