jueves, 24 de julio de 2014

Infantes inmigrantes

mejores padres, mejores hijos
¿Niños culpables? NO
Los niños inmigrantes no son delincuentes, no son culpables, simplemente son menores de edad que por distintas causas se encuentran en tal situación y si de buscar culpables se trata, de ninguna manera podemos culpar a los Estados Unidos por tratarlos como los tratan, creo que lo que sucede es que ese país ya no cuenta con los medios suficientes con los que se pueda remediar una situación que no es de ellos, más bien debemos culpar a los gobernantes de los países que producen una pobreza que genera este tipo de conflictos.
La gente emigra por la sencilla razón de que en su lugar de origen no están habilitadas las estrategias necesarias en trabajo, estudio y creación de fuentes de riqueza, tanto urbanas como rurales, Políticas equivocadas tal vez, sean la causa principal de este fenómeno social, pero no se vale que los menores de edad sean quienes sufran dichas equivocaciones, es muy importante aceptar que este conflicto nace en los países de origen de estos niños y si no se acepta como tal, entonces durante muchos años habremos de padecer ese error.
La razón del conflicto puede ser muy compleja pero, entonces toca a
los “representantes populares” tomar las medidas pertinentes, o simplemente abrir los textos de los postulados de Simón Bolívar donde declara que: “Los legisladores necesitan ciertamente una escuela de moral”, una escuela donde puedan entender o comprender que ellos son “los representantes del pueblo” que en la medida de que diseñen leyes en favor del pueblo obtendrán el respeto irrevocable de ese pueblo que dicen representar.
La causa principal de su desprestigio es el dinero, mientas ellos reciben o se adjudican un salario “especial” el trabajador más modesto recibe veinte o treinta veces menos, basta con la comparación de los supuestos programas de apoyo donde reciben quinientos pesos mensuales de ayuda, algunas personas de pobreza extrema, mientras el legislador
recibe hasta quinientos mil en ese mismo mes, de manera que quien recibe solo quinientos, además debe contribuir con los impuestos agregados a los productos que consume.
Por otro lado, quienes producen la riqueza son los empleados y trabajadores de las empresas legalmente constituidas, pero son tantos los impuestos directos e indirectos que resulta muy difícil colocar los productos en el mercado pues dichos impuestos encarecen tanto los productos que la competencia con los precios de otros países coloca a
nuestros productos fuera de competencia y nuestros trabajadores terminan por emigrar a otros países con mejores condiciones de vida, aunque en ello pongan en riesgo su propia vida.
Señores gobernantes, en este caso latinoamericanos, en ustedes está la solución, no esperemos que nuestros problemas los resuelva el país más rico, entiéndase que no es su obligación, el problema es nuestro, la solución puede ser tan sencilla como la voluntad de trabajar en verdad en favor del pueblo que los eligió, solo tienen que preguntarnos ¿Qué es lo que realmente necesitamos? Y no lo que

ustedes creen que necesitamos visto desde su “curul” o desde su escritorio, el país es mucho más que lo que ustedes alcanzan a ver.
La fórmula ideal es que, cada ciudadano se dedique a lo que sabe hacer de la mejor manera posible y que se entienda que la razón de existir de un gobierno es ofrecer “seguridad” en primera instancia, que mi familia, mi persona, mi propiedad y mi trabajo siempre y en todo momento estén protegidos, tanto en el libre tránsito como en el hogar y el trabajo, esa es su primera obligación, pues sin seguridad nada
puede progresar, la obligación de quien esté encargado de la seguridad no debe esperar que el ciudadano busque sus propias medidas de seguridad, porque entonces las cosas no funcionan.
La salud es el segundo requisito de todo gobernante, puesto que un pueblo saludable genera la riqueza necesaria, un pueblo saludable crea familias saludables, un pueblo saludable genera ciudadanos triunfadores en todos los terrenos y en todas las actividades y ese pueblo saludable debe contribuir con impuestos saludables que el gobierno administrará con inteligencia y equidad, con el fin de que dicho gobierno también sea saludable.
El tercer requisito es la educación, el gobierno debe cuidar se realice dentro de las normas que la nación necesite, que la industria requiera, que la sociedad demande, libre de todo agente externo que trate de contaminar, porque eso retrasa el progreso y un país sin progreso es un país destinado al fracaso, que se cambie lo que no funcione y que se apliquen las medidas necesarias, pero siempre pensando en el pueblo desde el más rico y poderoso hasta el más necesitado.
Señores gobernantes, deseo fervientemente que me puedan hacer el favor de voltear a ver al ciudadano y se den cuenta de lo que en verdad necesita y como lo necesita, no critico lo que ustedes hacen, simplemente deseo que nos pregunten si lo están haciendo bien o no, creo que no es mucho lo que demando, la solución a todos los problemas de gobierno está en el ciudadano, recuerden que la constitución declara que vivimos en “una democracia” no en una monarquía, no existen títulos nobiliarios, solo existen títulos profesionales en todos los niveles, nosotros pueblo, sabemos lo que nos hace falta y como conseguirlo, solo pregunten, no quieran resolver lo que no han vivido o lo que no conocen, solo pregunten a quien deben preguntar.
Recuerden, la solución de los niños emigrantes y el resto de los problemas del país está dentro de este país y no en el país más poderoso, cada país debe resolver sus propios problemas, solo recuerden, primero necesitamos “seguridad” después “salud” y luego “educación” y con esos tres ingredientes, el país se convertirá en el paraíso que tanto hemos soñado, nuestro país es tripartita y nosotros pueblo, somos la parte más grande y ustedes solo son unos cuantos, no lo olviden.

martes, 22 de julio de 2014

Tres leones fantásticos

mejores padres, mejores hijos

Tres leones generosos
Majestuosos y dominantes, salvajes o domesticados, son los tres leones que reinan en el quinto signo del zodiaco, el signo de Leo. Feliz el león que será comido por el hombre, y el león se volverá hombre, y profanado es el hombre que el león comerá, y el león se volverá hombre, palabras escritas en el evangelio apócrifo de Tomás, de manera que el león del que habla no es la figura generosa y regia de nuestro Leo del zodiaco, sino una representación que intenta devorar y absorber al hombre tentándolo.
La fuerza física y la potencia dominante, que caracteriza al nativo Leo, coinciden con cierta supremacía de instintos controlados, pueden también revelarse como instrumentos de posesión y de fijación de energías aprisionadas en el ciclo incesante de los renacimientos, pues, los nativos de leo a menudo son seres que ejercen el poder de su voluntad sobre su entorno, porque Leo es un signo que fija las cualidades que revela en las personas nacidas bajo su dominio.
Como Prometeo, el nativo de Leo tiende a robar el fuego de los dioses que arde en él y desviar los instintos divinos a su favor, es como el mensaje del séptimo versículo del evangelio de Tomás cuando declara que ese fuego divino, no puede ser sustraído a su función primigenia que es liberar al ser humano de la muerte, tampoco olvidemos que el signo
Leo coincide con la estación de la cosecha, por lo tanto, el León por obra de su voluntad y del soplo divino, obtiene la inmortalidad sin desviar las energías primordiales de su meta, alcanzando la inmortalidad victoriosa aunque efímera.
Los tres leones fantásticos, son los tres decanatos del signo Leo que están divididos del 23 de julio al 2 de agosto el primero, del 3 al 12 el
segundo y del 13 al 23 el tercero, así que comenzaremos con los leo del 23 de julio al 2 de agosto mostrando la figura que lo representa, es un león del que emana una fuerza tranquila pero con cierta tristeza, su apariencia es bella pero no brillante, posee cierta nobleza, solo tres de sus patas están firmes sobre la tierra, percibimos un gesto triste aunque curiosamente también un gesto de paz, como quien soporta las duras realidades de la vida sobre sus espaldas y con resignación, estamos en presencia del Leo dominador y egocéntrico, el más
introvertido de los nativos de este signo que, bajo una calma aparente, puede llegar al extremismo.
Personajes famosos del primer decanato de Leo sobresalen: Arnold Schwarzenegger, Jennifer López, George Bernard Shaw, Sandra Bullock y Jacqueline Kennedy.

En el segundo decanato del 3 al 12 de agosto encontramos al Leo feliz,
el que sabe gozar, el que desprende alegría de vivir, de alta necesidad de aparentar, atraer atención y despertar admiración, como el león que lo simboliza que se yergue sobre las patas traseras, el cuerpo inclinado hacia adelante con flexibilidad y dinamismo, de ojos muy abiertos como si mirara fijamente a alguien, este Leo, suele ser simpático y divertido.

Personajes destacados de este segundo decanato: Barack Obama
Melanie Griffith y Mario Moreno Cantinflas,Antonio Banderas y
 Dustin Hoffman,
Del 13 al 23 de agosto el tercer decanato de Leo, presenta al más misterioso e intenso de los tres, se simboliza con el león que permanece inmóvil sobre sus cuatro patas, con la cabeza y la mirada fija hacia nosotros y su símbolo se encuentra en sentido contrario a los del primero y segundo decanato, parece subrayar sus raíces, podemos decir que su apariencia parece orgullosa, me parece un león algo humano, fascinante e inquietante, es el universo del poder y del dominio en el límite que separa al hombre del animal fino, estrecho y
muy delicado.
Muestra de los personajes destacados de este decanato encontramos a: Felipe Calderón, Robert De Niro, Napoleón Bonaparte Robert Redford y Bill Clinton. Pero los tres decanatos de leo representan tres leones fantásticos y generosos, majestuosos y dominantes, salvajes o domesticados reinan en el quinto signo del zodiaco. Espero que si usted querido lector ha nacido en cualquiera de estos tres decanatos, encuentre datos de su personalidad que le sirvan en su quehacer cotidiano.

miércoles, 16 de julio de 2014

Una comedia de equivocaciones

mejores padres, mejores hijos
Los resbalones
Equivocarse provoca muchas veces los conflictos más difíciles de controlar, tantos como sinónimos encontramos en el diccionario, tales como: Resbalones, traspiés, deslices, pifias y más, lo cual se parece mucho a lo que ocurre en el teatro cuando alguno de los actores presenta problemas de concentración, es cuando una palabra se olvida en el escenario y se tiene que recurrir a sinónimos o simplemente a “morcillas”, recursos teatrales que resuelven de momento las equivocaciones.
En la vida diaria ocurre con mucha frecuencia esa comedia de
equivocaciones, cuando en el engranaje social se equivoca alguno de sus personajes, se recurre a la búsqueda de un “culpable” porque nunca podemos aceptar en su totalidad que somos nosotros mismos los culpables en el escenario social al que pertenecemos, solo por aprovechar el momento del fútbol que se vive, al momento de escribir esto, describo una de las “justificaciones utilizadas” cuando el seleccionado de México resultó eliminado de Brasil 2014.
Se dijo que el técnico estratega de la selección se equivocó en las
medidas tomadas al final del partido que le mantenía victorioso, que además el árbitro mostró una tendencia a favor del contrincante, que fulano se confió y eso causó la derrota, en fin, el número de justificaciones resultó excesivo y tal vez incongruente, pero en ningún momento se comentó que la causa principal es, la carga histórica de México y los mexicanos y de muchos países latinoamericanos.
En México, me temo que lo que se debe revisar es “la historia oficial” de los últimos 300 años de manera profunda, nos han obligado a creer en héroes que fueron traicionados, fusilados y hasta tratados como traidores a la patria, una historia oficial que ha sido implantada como una religión que dista mucho de una realidad congruente, pareciera que la historia oficial se encuentra en franca competencia con la religión oficial implantada desde los
más de trecientos años en que se consumó la conquista de estas tierras.
Hasta el presente siglo encuentro autores que han tratado de exaltar la figura de muchos personajes que por desgracia no aparecen como grandes personajes, ya que están fuera de la historia oficial, pero considero que estamos en el principio de una evolución, el principio de la creación de una identidad que tanta falta le hace al país, pero lo que todavía no se toca es lo referente a una nueva constitución política, una constitución actualizada ya que la que existe fue muy
buena en el siglo pasado, hoy las condiciones son distintas.
En el siglo pasado era necesario que el estado se hiciera cargo de una paternidad de gobierno controlando todo, desde luego con tintes democráticos, hoy día, ya se puede establecer una verdadera democracia que estimule la libre competencia, que los monopolios dejen de funcionar como tales, que “la propiedad de aire, suelo y subsuelo” deje de ser propiedad intocable del estado y que la libertad de empresa y la libertad de comercio se
conviertan en una realidad, que los capitales de todo el mundo puedan invertir en el país creando fuentes de producción, acordes al consenso mundial y de esa forma erradicar la fábrica de pobres, utilizada como bandera de partidos políticos, mostrándose sin escrúpulos.
Que las reformas tan mencionadas no queden sujetas a la voluntad de colores políticos, que retrasan el avance social y que es más
importante que ellos, los políticos, de vez en cuando nos pregunten qué es lo que en verdad necesitamos, que es en verdad lo que pensamos y que es en verdad lo que le hace falta al país y con ello, erradicar por fin y por siempre la comedia de las equivocaciones que debe estar cumpliendo cuatro siglos, y nuestros hijos dejen de sentir que somos un pueblo de perdedores, que solo estamos a un paso del triunfo, de manera que nuestros sucesores, trabajen libremente como arquitectos del nuevo México, triunfador en todos los terrenos.

viernes, 11 de julio de 2014

La duda atrevida.

mejores padres, mejores hijos

Por: Enrique Roberto Hernández Oñate

Un día, después de levantarme acomode todo lo necesario para tomar un baño tranquilo y sin prisas, música de fondo y agua tibia eran los complementos perfectos para lo que sería una ducha relajante y llena de vitalidad. Ya entrado el ritual propio de la regadera, me vino a la memoria una serie de imágenes de mi época escolar pero solo una de ellas me atrapó.

Sentado en mi pupitre vi el deslizar de la mano del maestro apuntando el tema de la clase en la pizarra, y con letras grandes se leía “TEOREMA DE PITÁGORAS”, y junto la clásica fórmula c2=a2+b2, avanzada la clase no me sonaba tan compleja la resolución de los problemas que había que resolver, si seguía la instrucciones que el maestro dictó seguramente el resultado de todos los problemas sería el correcto, dentro de mi debía tener cuidado de que no se me escapará ni uno solo de los pasos que recién había aprendido.
Cuando regrese a este mundo, me sorprendió una serie de preguntas al grado de ver interrumpida estrepitosamente la sutil enjabonada; ¿será verdad lo que me explicaron en ese entonces? ¿Será que en verdad mi maestro sabía exactamente de que hablaba?...yo supuse que si, finalmente es el maestro y yo un alumno.



Mi curiosidad en ese momento me dio un golpe en forma de impulso arrojándome contra el piso mental, como si fuera un gato que ha visto en el piso o la pared una luz e intenta seguirla o atraparla hasta que se cansa.
Dentro de mí existía una sensación de miedo, miedo de comprobar si era verdad o mentira eso que tanto repasé. Miedo de deliberar una respuesta y saberme engañado por tantos años. Al salir del baño me vestí y tomé todas las herramientas necesarias para esta aventura: papel, lápiz y la muy esencial regla.
Con esa regla tracé el primer lado del triángulo de 1cm y el más largo de 2cm, estos dos elevados al cuadrado y sumados posteriormente nos da un resultado de 5, al cual le tenemos que sacar la raíz cuadrada correspondiente como lo marca la fórmula. El resultado de c=2.2360 redondeado, ahora el problema fue medir la unión de esos dos catetos para comprobar que realmente mediría 2.2360cm, cosa difícil de hacer.
Tomé nuevamente la regla y mi sorpresa fue extraordinaria, no solo el maestro que me dio la clase no estaba equivocado, ¡Pitágoras tenía razón¡ ¿Cómo pude atreverme a dudar de Pitágoras? Es fácil contestar esta pregunta: no hay que creer en todo lo que nos dicen hasta comprobarlo, sin embargo aquello que nos mencionan como verdad es un camino que debemos de tomar para saber ¿qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Y ¿Por qué? Sucede tal o cual cosa hasta que nuestra razón se siente satisfecha con todas las respuestas encontradas.




Pero el trabajo no termina ahí, al contrario, recién comienza. El siguiente paso es muy importante, no obligar a los demás a creer en nuestras respuestas y obligarlos a aceptarlas como verdades, porque nuestras realidades son muy distintas y muy dispersas, también corremos el riesgo de omitir nuevas y mejores ideas que nos lleven de igual manera a otros caminos.




Dicen por ahí que la verdad nos hará libres, sin embargo, la verdad no se crea de la nada, nace de la duda, creo yo entonces que la duda es la que cumple con el objetivo de hacernos libres.









miércoles, 9 de julio de 2014

Lo que vimos en Brasil

mejores padres, mejores hijos
O el sueño frustrado
Lo que hemos visto en Brasil 2014 me temo que no se parece mucho a los años anteriores, donde se apreciaba un espectáculo magnífico por medio del manejo del balón que ha logrado unificar al mundo en un porcentaje impresionante, esta vez, ha proliferado el juego áspero, el juego duro, el juego donde lo principal es golpear al contrincante y todo gracias a que quienes deben vigilar y castigar a los infractores,
pareciera que no se percatan de lo que ocurre en el terreno de juego.
Muchos son los jugadores de los distintos equipos que han resultado con lesiones de gravedad y algunos podrían inclusive terminar su carrera, gracias a la complicidad de quienes organizan dichas justas deportivas, esta vez se han “determinado” los eventos que empañan el principio filosófico de esta reunión deportiva mundial, tan importante como las olimpiadas, cuya filosofía era obtener el triunfo
por el triunfo, sin privilegios ni medidas extrañas a lo que la justa deportiva se refería.
Con el despliegue de tanta tecnología: ¿Por qué no revisar las jugadas dudosas? Porque depender del criterio de una sola persona, sin tomar en cuenta al espectador que finalmente es quien patrocina el magno evento, pues basta que consuma uno de los producto que se anuncian o acuda a los estadios gastando sus ahorros de cuatro años y que se le otorgue el beneficio de la duda en jugadas que perjudiquen a su equipo y por ende a su país.
Los malos pensamientos acuden de inmediato cuando se presenta una mala decisión en cualquier caso, en este momento lo comento en función de que a todos los equipos se les ha negado la justicia de la repetición de las jugadas dudosas, lo cual me inclina a pensar que no todo lo que ocurre en estas justas deportivas son “limpias” y que quienes pierden por sistema son los países organizadores, que a base de “impuestos” posteriores al evento, los ciudadanos deben cubrir esa deuda hasta con veinte, treinta o más años con sus respectivos
intereses.
Creo que es momento que los organizadores detengan un poco su ambición monetaria y reflexionen que es el espectador, el que finalmente patrocina esos gastos millonarios y que los contendientes sean eso, contendientes, sin poner en riesgo su integridad física, o es que estamos retrocediendo a los tiempos romanos en los que la vida de los gladiadores prácticamente nada valía en esa sociedad “civilizada” de aquellos tiempos, y hoy que somos más “civilizados”

debemos justificar el calificativo publicitario de, que este es “el juego del hombre”.
Es posible que yo esté equivocado en lo que pienso, pero lo que vi en muchos jugadores me pareció tendencioso, como si les hubiesen ordenado destruir a sus contrincantes, y mire que no me refiero exclusivamente a los jugadores perjudicados de mi país, me refiero a todos los que resultaron afectados en este “campeonato mundial 2014”, es por eso que omito nombres de jugadores lesionados, pienso
que cada jugador que ha estado participando merece todo mi respeto y toda mi admiración.

Solo pido a los organizadores que vuelvan la cara a sus verdaderos patrocinadores que somos todos los espectadores, que de alguna manera contribuimos a la realidad de la justa deportiva, créanme, no somos tontos, no jueguen con nosotros, la vida actual en el mudo es bastante complicada, se han cometido muchos errores, necesitamos
un sueño como el campeonato mundial de fútbol que nos haga “soñar” aunque ese sueño sea efímero, sabemos que los sueños, sueños son.

domingo, 6 de julio de 2014

Si está mal, empeorará

mejores padres, mejores hijos
El fútbol de México
Mucho se ha comentado en torno a los sucesos recientes en Brasil, resulta difícil comprender lo que ocurre dentro del grupo organizador del campeonato mundial de fútbol, los comentarios en México parecen copia fiel de los encabezados periodísticos de los últimos cuarenta o cincuenta años y nadie sabe en realidad que es lo que se debe hacer, vemos que a lo largo de los años siguen siendo los mismos países los que se disputan el triunfo y el resto convertidos en “comparsas” que financian el espectáculo.
Este año, México ha presentado un plantel bastante organizado, con entusiasmo y amor al deporte, sin embargo, desde el primer partido quedó claro que “México no debía avanzar” más allá de lo que los organizadores calcularon, la deficiencia en el criterio de los árbitros quedó manifiesta desde el primer momento, o tal vez dichos árbitros solo estaban obedeciendo órdenes superiores con signo de monedas de alta denominación.
Entiendo que se trata de un espectáculo, pero el resto de la población

puede no entenderlo de la misma manera, ya que sigue llenando los estadios de fútbol y le da seguimiento en los medios electrónicos, aunque solo sea por el placer de organizar reuniones familiares o amistosas, el evento se presenta adecuado y ofrece resultados maravillosos al momento de celebrarse la justa deportiva, las calles desiertas durante los eventos así lo certifican, pero una vez más, el fantasma de la derrota vuelve como ha ocurrido durante tantos años.
Me resulta afirmativo que en México nunca se ha podido triunfar “en equipo”, muchas veces he pensado que la causa debe ser más
profunda de lo que parece, revisando la historia profana y no la oficial, encuentro que México nunca ha sido un país unido; antes de la llegada de españoles ya se encontraba muy dividida esta región, cada pueblo, pequeño o grande buscaba ser independiente, comenzando por la diferencia de idioma o dialecto, como se le quiera definir, de manera que al llegar la conquista, el terreno se encontraba “fértil” con la diversidad de ideas.
Luego, entre los españoles existía una división muy parecida, basta con revisar el momento en el que Hernán Cortés parecía haber logrado
dicha “conquista” y ya se encontraba Pánfilo de Narváez en las costas de México listo a derrocar a Cortés, lo que finalmente no ocurrió tal vez porque Cortés era mejor estratega, o más inteligente, pero lo que resulta incomprensible es que si ambos mostraban lealtad al mismo Rey, se presenta esa traición y muchas más en el correr de los años en la Nueva España.
Después de la llamada “Independencia”, iniciada y promovida por los
“criollos”, que estaban divididos con los emigrantes españoles por infinidad de problemas, aunado a los conflictos de ese tiempo en Europa, se consuma “nuestra independencia” que desencadenó un sinfín de divisiones entre los que “triunfaron”.
Con los postulados de un nativo muy talentoso se construye una
reforma excelente en el papel, lamentablemente al tratar de implementarla, desencadena otros conflictos con nuevas divisiones, hasta que veinte años antes del término del siglo otro nativo talentoso crea una especie de monarquía con los mismos postulados y se consigue un avance sobre todo económico, aunque el social y cultural habrán de tardar un poco más, pero en aquel momento una nueva división produce lo que se conoce como “revolución”.
En el pasado siglo florece otra especie de monarquía pero ahora con “siglas y colores” creando nuevos estilos de divisiones sociales, provocando bastante daño hasta el presente, lo cual me hace pensar que seguimos pensando y preguntándonos: ¿Cómo debe ser nuestro sistema político? Pareciera que seguimos esperando quien nos conteste esa pregunta que no hemos sabido encontrar por nosotros mismos, pues gracias a esas divisiones políticas y a otras de tipo religioso, las familias se han convertido en terreno fértil de una división desdichada.
Es por eso que me permití tomar el tema del fútbol, como muestra clara de lo que ha padecido este México querido, hoy día en el que por fin se ha logrado integrar un equipo de fútbol con bastantes posibilidades de triunfo, agentes externos se han encargado de oscurecer nuestras ilusiones, mi pregunta entonces: ¿Debemos buscar una monarquía o luchamos por una verdadera democracia? o ¿Será entonces que nuestra identidad no se fijado con firmeza? O finalmente es que no tenemos identidad.

Una solución puede ser el trabajo con la niñez actual, que se entere a temprana edad de una historia profana y no una oficial, que le permita comprender lo que ha sido México en los últimos quinientos años, sin afán de encontrar intemperancias, la verdad es necesaria, sin maquillaje, sin mentiras, sin tendencias maliciosas ni fantasías, somos lo que nuestros antepasados quisieron que fuéramos, nuestra obligación hoy, es trabajar por los cambios que sean necesarios y que nuestros hijos y nietos nunca más sean perdedores, que su identidad
sea de triunfadores en todas las actividades sociales, la invitación es que tengamos el valor de iniciar la solución de lo que está mal y posiblemente a mediados de este siglo México girará 180 grados en bien de todos los compatriotas.