“Lo autentico aún
existe” Mediante este título se presenta la guía turística de un pueblo
maravilloso al poniente del estado de Puebla México, uno más de los pueblos
mágicos de la región que como platillo principal e imponente es el espectáculo
del volcán “Popocatepetl” majestuoso como obra de la naturaleza que muchas
veces las palabras resultan limitadas a la hora de tratar de manejar una
descripción de algo que simplemente proporciona una satisfacción al sentido de
la vista.
“En la sementera de los conejos” es lo que significa en el idioma náhuatl el nombre de Tochimilco, descendiente de la cultura “Tolteca-Chichimeca”, un poblado que se encuentra dentro del paisaje que circunda el volcán Popocatepetl y curiosamente es un lugar que presenta la transición de los climas templados del valle y los fríos de las partes altas de la sierra nevada por lo que la temperatura media anual oscila entre los 12° y 18° centígrados.
Dos mil sesenta
metros sobre el nivel del mar es la ubicación de Tochimilco, que partiendo de
la ciudad de Puebla bastan cincuenta minutos y llegamos a disfrutar de sus
envidiables paisajes naturales, pero además nos entrega un tremendo paquete
histórico ya que las culturas asentadas en ese lugar justo con la llegada de la
cultura española nos entregan un mosaico de costumbres que pareciera imposible
de comprenderse con facilidad en unos minutos de estancia en el lugar, tal vez,
estacionarse uno o dos días en ese pueblo mágico, la satisfacción sería
completa.
Destacan edificios
construidos a base de piedra volcánica oscura, inclusive bastante oscura,
ejemplo testigo de las culturas es el atrio de un ex convento franciscano que
da la impresión de una fortaleza porque está rodeada o terminada en almenas y
al parecer la dirección de esta maravilla de construcción corrió a cargo de
Fray Juan de Alameda y Fray Diego de Olarte.
“Fuente de los
sabores” única en su estilo que fue construida en el siglo XVI por manos
indígenas y que permite apreciar la mezcla de las culturas, por un lado cada
una de las columnas poseen figuras en forma de flor en cada uno de los
surtidores y en la parte superior la representación de la corona real
convirtiéndose así en un gran ejemplo de identidad de los habitantes de
Tochimilco.
La necesidad de
abastecer agua pura emanada del volcán Popocatepetl a los habitantes del lugar
que desde siempre ha sido un asentamiento humano muy importante, obligó la
edificación de un acueducto acorde a las necesidades también construido con
piedra volcánica pues necesitaron un conducto que llevaría esa agua pura a los
aljibes o depósitos que conservarían el vital líquido en condiciones
aceptables, y después la llevarían hasta la fuente de los sabores.
En el renglón
gastronómico no pueden faltar los deliciosos tamales de cominos, el pipián
verde y el adobo sin olvidar el tradicional mole poblano con tamales de
manteca, barbacoa de hoyo, frijoles de olla, tlacoyos con chicharrón, cecina,
mixiotes y una tremenda variedad de platillos que el espacio me impide
describir a cada uno de ellos, pues los postres no se quedan atrás con el
chocolate, arroz con leche, el champurrado y atole de cacahuate, en fin, solo
deseo que usted se imagine lo que encontrará cuando visite este fabuloso pueblo
encantado que es Tochimilco.