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lunes, 30 de marzo de 2015

Trabajo y riqueza

mejores padres, mejores hijos
Trabajo y riqueza
Por: Julio Torres
Sin trabajo no hay riqueza y apoderarse por la fuerza de lo que otro ha adquirido legítimamente, es ambición, fuente de la mayor parte de los males que aquejan a los seres humanos, es por eso que he decidido hablar sobre una cámara científica y tratar de conocer algo sobre la ciencia aplicada al conocimiento de la organización social y al de los móviles que enaltecen.
Como dirían los legendarios “mosqueteros del rey”: “uno para todos y todos para uno”, “morir ante la ociosidad y la ambición”, aprendamos a
levantar cimientos fuertes y resistentes donde construir el edificio del trabajo y la riqueza, como unas columnas fundamentales de la civilización que por medio de nueve condiciones es posible hacer efectiva la generación de riqueza por moderado por la propiedad y el trabajo.
Justicia, orden, vigilancia, economía, previsión, constancia, estímulo, intrepidez y verdad. El orden de estas condiciones de ninguna manera debe alterarse porque se trata de una ruta crítica ya probada, que garantiza el éxito en las empresas; así que iniciamos con  la condición de justicia porque si no se da a cada uno lo que le pertenece ¿Con que derecho se puede exigir respeto? Continuamos con la condición de
orden, que impide desperdiciar las fuerzas productoras que conservan la propiedad adquirida.
Vigilancia es la tercera condición, que corrige los casos fortuitos y aprovecha los eventos favorables; es la economía, la que aumenta los capitales y asegura la riqueza, pero cuidado, no confundirla con la avaricia, la economía ayuda a la previsión, que es la quinta condición, ya que es la que conserva lo adquirido y asegura a las empresas; la sexta es
la constancia que perfecciona los productos y multiplica la acción del trabajo y la séptima es el estímulo, que mantiene la energía.
La intrepidez es la que vence las dificultades y la última: la verdad, que infunde la confianza y hace que reinen la paz y la armonía entre los asociados, los productores y los consumidores; como punto fundamental observamos que la justicia encabeza el cuadro de las nueve virtudes y la verdad la termina, lo cual podemos interpretar que con verdad y con justicia es suficiente a los seres humanos que los convierte en seres morales.
Las nueve virtudes que hemos descrito, se parecen a una estrella de nueve puntas, porque el nueve es el número perfecto porque multiplicado por tres, el resultado es veintisiete y la suma de dos más siete nos regresa al nueve, lo mismo que el nueve multiplicado por cuatro nos entrega treinta y seis, de donde tres más seis, sigue siendo nueve y así sucesivamente, esa es la razón de las nueve virtudes.

Reitero lo dicho al principio, todo proyecto generador de riqueza debe iniciar con justicia y terminar con verdad, con ambas condiciones es
suficiente en el proyecto de conseguir el éxito deseado con la propiedad y el trabajo, tal vez se preguntaran: ¿Qué sucede si no cuento con una propiedad?, La respuesta es sencilla, puede ser que mi propiedad solo sea mi talento que debo poner a trabajar, ¿parece sencillo, no es así? Pues, a trabajar sin descanso, ¿Le parece?

sábado, 28 de marzo de 2015

Libertad de trabajo e industria

mejores padres, mejores hijos
Libertad de trabajo e industria
Por: Julio Torres
Muchos discursos se han publicado en todos los tiempos en la búsqueda de la felicidad de un pueblo; tomemos un ejemplo sencillo. Las calles por sistema están llenas de vendedores que casi nunca descansan, porque siempre recorren algunos kilómetros ofreciendo sus productos, no poseen la ayuda de un seguro social que garantice el descanso por enfermedad o cualquier otro motivo y por sistema también mueren de males crónicos salvo que posean una condición física envidiable dentro de una determinada
“libertad de trabajo”.
Libertad de trabajo y libertad de cambio, no es posible que todo ser humano ni toda asociación pueda crearlo todo, necesita del cambio y adquisición de lo que le falta y de la misma suerte, cuanto entorpece la espontaneidad de sus esfuerzos, ataca su vida y ésta peligra con los obstáculos que dificultan o impiden el cambio o la venta, la importación o exportación de la riqueza acumulada; donde no hay reciprocidad de derechos y franquicia en
los cambios, se paraliza el beneficio, y lo que es peor, se carece de lo indispensable.
La misma problemática experimenta la industria cuando se le impide esa libertad de producción que requiere, como vemos, esa libertad de trabajo es imprescindible tanto a la industria como al pequeño y mediano empresario e inclusive al comerciante de la
calle y al artesano que aprendió el oficio de sus antepasados, y que decir, en el mundo moderno con la tecnología de la radio difusión donde esa libertad de decir lo que está bien y lo que está mal de acuerdo a su apreciación, considero que la libertad de decir lo que considera que debe saber el espectador ya que todo asunto, pequeño o grande deberá conocer, porque es la única manera de servir como se debe a los ciudadanos sus hermanos.
Es triste que en pleno siglo XXI se siga la práctica de la censura previa, cuando que la ley escrita afirma que ninguna nota periodística será objeto de censura previa, de allí que la pregunta obligada es cuestionar lo que en realidad hace el congreso en turno, los casos relacionados con esa censura previa suman muchas decenas, de manera que el principio de libertad de trabajo debe hacerse patente en todas las actividades de producción que buscan un beneficio en favor de la humanidad.

La libertad de trabajo, la libertad de cambio y la libertad de industria es lo que hace que una nación sea grande. En ninguna de las naciones antiguas existieron leyes fiscales que sacrificaran la permuta a los contratantes. Se exigía entonces únicamente la centésima parte del valor de los artículos, y de esa forma los
encargados de la producción aplicaban su mejor esfuerzo en la calidad del producto, así que el mensaje que dejo en este artículo, es la necesidad de instruir al pueblo y a los legisladores en los verdaderos intereses del pueblo y hacer cuanto sea posible que la libertad de industria y de trabajo una realidad y que se establezca el libre cambio como leyes fuertes y factibles de aplicar de manera sencilla en este país y en el mundo entero.

martes, 29 de julio de 2014

Filosofía al volante

mejores padres, mejores hijos
Los taxistas filósofos
Cuando abordé un taxi que debía llevarme a la central de autobuses, el tiempo de recorrido me pareció tan corto que me sorprendí porque los comentarios del cho fer lograron hacerme pensar más de lo debido, y es que me dijo que implementarían el esquema “hoy no circula” y comentó que sería catastrófico en su familia, puesto que el día que le obliguen a descansar, ¿Quién le apoyará con el dinero del gasto diario que su familia exige? Con tristeza le contesté que en otros lugares ya habían vivido ese problema y que desconozco la manera en que lo superaron.
Al llegar a la central de autobuses, compré un diario y en él me encuentro la nota de que una compañía fabricante de autos avala el esquema “hoy no circula” y lo declara nada menos que el vicepresidente de relaciones corporativas, argumentando que es un beneficio ambiental, no comprendo cómo es que a ese nivel se atrevan a ese tipo de declaraciones cuando que nunca bajan de su nube, como ocurre con los políticos que toman decisiones desde su escritorio sin consultar a los ciudadanos.
De acuerdo a los postulados de la democracia, está escrito que gobernantes y políticos en general son empleados del pueblo y resulta que nunca se consulta a los ciudadanos, el congreso jamás pregunta si puede otorgarse un aumento de sueldo y la verdad es que mantienen una distancia abismal con el ciudadano, tal parece que no se han dado cuenta que su sueldo es cincuenta veces la pensión de un trabajador que se presentó diariamente a sus labores de las 8 de la mañana y a veces hasta las ocho de la noche y al final de su vida activa solo recibe dos o tres mil pesos al mes.
Resulta que ahora además de pagar un impuesto por no circular, habrá de solucionar no solo el taxista, sino el ama de casa y el empleado o trabajador la manera de resolver el problema de transporte a cumplir con dicho trabajo y los niños que habrán de acudir a la escuela, tendrán que hacerlo caminando, o reducirán otro tanto el presupuesto familiar, en verdad, no entiendo a los señores que gobiernan, además de cubrir sus excesivos gastos todavía debemos cubrir el costo de un vehículo
agregado a sus necesidades y nosotros no podemos comprar uno solo.
Es cierto que medidas como la descrita lo que logran es que la venta de autos se incremente con fuerza, sin embargo, la experiencia dice que simplemente aumenta la pobreza con estos eventos, así que no debemos escandalizarnos con los paisanos que han “corrido” hacia el
país rico que si puede proporcionar medios de vida que permitan cumplir el sueño de una vida mejor, es evidente que desde hace muchos años quienes gobiernan, o no han podido descubrir la solución a los problemas sociales, o su equipo de investigación o de asesoramiento no posee la calificación adecuada, el hecho es que en los últimos setenta años o más nada se ha podido remediar.
La calificación en seguridad es bastante baja desde hace muchos años, nunca más se ha podido transitar con tranquilidad a ninguna hora del
día, y quienes gustan de utilizar sus joyas creo que poco a poco han perdido la costumbre por esa inseguridad que además se extiende a los centros de diversión como son el cine y el teatro sin dejar de mencionar la vida nocturna que genera una buena derrama económica que soluciona muchas carencias de familias poco afortunadas.
El exceso de “vigilancia policiaca” a toda hora, inhibe el movimiento económico ya que solo se dedican a “revisar” vehículos que desde
luego, no son los que utilizan los delincuentes, entonces opino que se debe realizar un estudio serio sobre los “operativos” que no vemos que hayan servido de algo, creo que es momento de decirle a los gobernantes que la solución de los problemas sociales no es incrementando la nómina de gobierno, la solución está por otro lado, en el otorgamiento de facilidades en los negocios, que se facilite la actividad comercial y productiva en todos los espacios con una reducción importante en los impuestos, de otro modo no se soluciona
nada.
Existen ejemplos cercanos y lejanos que nos pueden servir de modelo en la solución de los problemas sociales, lo que se requiere es voluntad política e implementarlos, basta recordar que la Alemania de la segunda guerra mundial se levantó de la ruina total en veinte años y
hoy sigue siendo poderosa, pero su fórmula fue sencilla: 1% de impuesto y fuerza de trabajo de los sobrevivientes con la disciplina que antes se utilizó en el exterminio y a partir de 1945 la utilizaron en las actividades propias del progreso humano, quizás con rencores, pero prevaleció la disciplina del trabajo y el deseo de dar vuelta a la página de la guerra.

Es tiempo de voltear a ver la agricultura, la ganadería, la artesanía, la
tecnología y todo lo que ha sido un lastre en este México, es posible que sea tiempo de pedir a nuestros paisanos que viven al norte de nuestra patria, que regresen y nos enseñen lo que aprendieron en aquel país, que estamos dispuestos a trabajar fuerte, pero que los gobernantes otorguen el apoyo necesario sin contubernios sediciosos a los que están acostumbrados, “libertad de empresa y libertad de comercio pero sin regulaciones que nos estrangulen y en pocos años el resultado puede ser en verdad maravilloso, la filosofía del taxista que esto comentó me pareció lo más acertado, de manera que insistiré,
pregunten al ciudadano, él sabe lo que necesita puntualmente