viernes, 7 de febrero de 2014

Comunicación divina

mejores padres, mejores hijos
La comunicación de los mundos cada vez se hace más frecuente, aunque se le imponga una serie de matices misteriosos, se ha conseguido reducir la distancia del punto de credibilidad que es bastante complejo, las producciones cinematográficas se han encargado de mostrar una posición jactanciosa, durante los últimos cuarenta años he logrado excelentes experiencias en el terreno de comunicación por medios espiritistas y de ninguna manera he encontrado ese tipo de espectacularidad que manifiestan algunas historias.
Supongo que solo un pequeño número de personas independientes de los medios religiosos, se han preguntado cómo es la mecánica de la oración, aunque la practiquen de manera cotidiana, pues resulta importante que el feligrés se abstenga de investigar, luego se derrumbaría el aparato místico que le imprimen a todos los asuntos divinos, pero es muy fácil hacer una narrativa de lo que ocurre durante el fenómeno de la oración, que se ha utilizado desde la aparición del ser humano sobre la tierra.
El segundo principio del universo detallado dentro de los escritos del Kybalión, establece que “como es arriba es abajo” y como abajo es
arriba, hemos establecido que este mundo es abajo y cuando expiramos es que vamos hacia arriba, entonces, tiene sentido declarar que “como es abajo es arriba”, suponiendo que existe razón en ese concepto, entonces, podemos expresar que cuando necesito algo aquí abajo, significa que la tarea es encontrar a la persona adecuada en el momento adecuado con los recursos adecuados que permitan conseguir lo que estoy solicitando.
Entonces no tiene por qué ser distinto cuando solicitamos una ayuda a quienes se encuentran arriba, no importa a quien se le pida, lo más seguro es que quien nos escucha nos haga el favor de contactarnos con la “entidad” adecuada que manejará la solicitud hasta conseguir el objetivo, tampoco habrá que “rasgarse las vestiduras” tratando de afirmar que tal personaje fue quien finalmente nos dio la respuesta, dudo mucho que allá arriba se manejen las pasiones como ocurre aquí abajo pues en las experiencias habidas durante las comunicaciones vividas, nunca aprecié actitudes pasionales de las entidades hacia nosotros ni entre ellas.
Una de las razones que me ayudan a decir lo anterior es que en la “vida” allá arriba no existe tiempo ni espacio, ellos se transportan de alguna manera en forma instantánea, nunca escuche que al “recorrer” una distancia X ocuparan un tiempo determinado, por lo tanto se puede comprender que al no haber tiempo ni espacio que recorrer, tampoco existen necesidades de casa, vestido ni sustento, lo cual provoca ausencia total de pasiones, ambiciones y por ende, cero corrupción, solo tienen compromiso de entrega de resultados ante una “suprema corte” que en nada se parece a lo que vivimos en este nivel.
Pienso que el día que podamos comprender de manera puntual ese mundo de fuerzas, como se le conoce al mundo de arriba, muchos serán los cambios que se implementarán en este mundo de formas, como se define al mundo de
abajo y el día que arriba y abajo se manejen de manera coordinada, es posible que se consiga el equilibrio tantas veces buscado en la historia de la humanidad, sin divisiones de género, sin discriminación de ninguna especie, con el único fin de conseguir el equilibrio humano entre ambos mundos, como es arriba, es abajo y como es abajo es arriba.
Quizás mi comentario contenga matices de un mundo perfecto, soñado o simplemente imaginado, de ser así, me llena de satisfacción el poder vivir estas reflexiones al final del camino, de manera que por este medio, le invito a vivir la experiencia de comunicación con ese mundo de arriba sin ninguna pasión, simplemente tratando de encontrar respuestas, así que si en su entorno encuentra a alguien que posea la facultad de la comunicación con el mundo de arriba, no lo piense mucho, entréguese a esa experiencia, con los cinco sentidos dispuestos a absorber la mayor cantidad de información en beneficio propio.
Pero, cuidado, trate de no perder la exacta dimensión de lo que escuche y comprenda, nada es mágico, nada es virtuoso, nada es sobrenatural, todo corresponde a un fenómeno de comunicación poco conocido o poco reconocido, pero es maravilloso si se aprecia en su justa dimensión y si usted es capaz de mantenerse a la expectativa con las reservas del caso, experimentará eventos hasta ahora desconocidos pero que una vez que lo asimila, su capacidad de asombro recibirá una gran satisfacción en muchos aspectos y seguirá pensando que simplemente se trata de una comunicación divina.

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