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martes, 28 de abril de 2015

La imaginación

La imaginación y algo más
Por: julio torres
Cuando escribo estas líneas, es fácil imaginar que lo hago en la mañana de cualquier domingo en el que no tengo plan alguno, la familia no ha diseñado actividades concretas y es ahora que doy “rienda suelta” a este asunto de la imaginación que las actividades diarias impiden “darle cuerda” a esa facultad que nos ha regalado el hacedor de todo esto llamado “mundo” y como soy un aficionado a la música, en este momento escucho a Lennon interpretando “Imagina”.
El músico instrumentista y compositor: John Winston Ono Lennon, que saltó a la fama como uno de los miembros fundadores de The Beatles,
una banda de rock británica activa durante la década de 1960, nacido el 9 de octubre de 1940, en Liverpool, reino unido y en este momento escucho: Imagina a toda la gente, Vivir para hoy, Imagina que no hay país, no es difícil de hacer, Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz, No hay necesidad de codicia o hambre, Imagina a toda la gente, compartiendo todo el mundo.
Paralelamente a este momento escucho las noticias del día anterior y me entero que aparecen  inconformidades a lo largo y ancho de mi país, México, gente que ejerciendo su derecho a la manifestación de las ideas, pero en un momento no planeado, o tal vez sí, las cosas toman nuevos rumbos y todo se “descompone”, los daños a personas y propiedades que nada tienen que ver con los conflictos ahora resultan incalculables, pareciera que el “estado de derecho” está carente de importancia de quienes de ello deben ocuparse.
Pienso que el deseo más grande a que puede aspirar todo ser humano es a la tranquilidad personal y de la familia, soñar que todo se puede lograr debe ser un privilegio que nos entregan desde el momento en que nacemos a este mundo, pero también acepto que el equilibrio natural es parte del proyecto divino, esto es, que la bondad y la maldad habremos de aceptarlas como parte de ese equilibrio, creo que la razón de existir de las personas o grupos que regulan o controlan la actividad social de un lado y otro, deben, como resultado del cumplimiento laboral en favor de la sociedad a la que prestan el servicio, otorgar paz y tranquilidad
suficiente en verdad.
Debemos comprender que la vida no es totalmente “dulce” ni totalmente “amarga”, cada día y cada instante nos vemos en la necesidad de solucionar uno u otro aspecto, lo cual nos enseña que debemos tratar de conducirnos dentro de un marco central de equilibrio, de manera que el sueño de que todo sea totalmente bueno y armonioso, debe quedarse en eso, en un sueño hermoso, pudiera ocurrir que a determinada persona cercana a nosotros sea feliz con lo que a nosotros nos causa dolor y problemas, ¿Será acaso que esa persona experimente
confort cuando algo no resulta como lo esperaba?

Lo importante es que nunca abandonemos los sueños, John Winston Ono Lennon, tal vez durante muchos años soñó lo que nos platica con su obra musical, el mensaje que pretendo guardar dentro de mí, debe ser sin lugar a equivocarme, la maravilla de los sueños, o la maravilla cuando imaginamos que todo puede ser hermoso, pero repito, lo bueno y lo malo son complementarios, que vida sería si todo fuera bueno o todo malo, en tanto encuentro una respuesta convincente, me quedo con la maravilla que es este mundo, donde con solo imaginar, puedo viajar hasta en el tiempo, diseñando mi propio itinerario, y hoy me prometo nunca jamás erradicar la imaginación, el mejor alimento es imaginar.

martes, 18 de noviembre de 2014

La imaginación y algo más

mejores padres, mejores hijos
La imaginación y algo más
Por: julio torres
Cuando escribo estas líneas, es fácil imaginar que lo hago en la mañana de cualquier domingo en el que no tengo plan alguno, la familia no ha diseñado actividades concretas y es ahora que doy “rienda suelta” a este asunto de la imaginación que las actividades diarias impiden “darle cuerda” a esa facultad que nos ha regalado el hacedor de todo esto llamado “mundo” y como soy un aficionado a la música, en este momento escucho a Lennon interpretando “Imagina”.
El músico instrumentista y compositor: John Winston Ono Lennon, que saltó a la fama como uno de los miembros fundadores de The Beatles,
una banda de rock británica activa durante la década de 1960, nacido el 9 de octubre de 1940, en Liverpool, reino unido y en este momento escucho: Imagina a toda la gente, Vivir para hoy, Imagina que no hay país, no es difícil de hacer, Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz, No hay necesidad de codicia o hambre, Imagina a toda la gente, compartiendo todo el mundo.
Paralelamente a este momento escucho las noticias del día anterior y me entero que aparecen  inconformidades a lo largo y ancho de mi país, México, gente que ejerciendo su derecho a la manifestación de las ideas, pero en un momento no planeado, o tal vez sí, las cosas toman nuevos rumbos y todo se “descompone”, los daños a personas y propiedades que nada tienen que ver con los conflictos ahora resultan incalculables, pareciera que el “estado de derecho” está carente de importancia de quienes de ello deben ocuparse.
Pienso que el deseo más grande a que puede aspirar todo ser humano es a la tranquilidad personal y de la familia, soñar que todo se puede lograr debe ser un privilegio que nos entregan desde el momento en que nacemos a este mundo, pero también acepto que el equilibrio natural es parte del proyecto divino, esto es, que la bondad y la maldad habremos de aceptarlas como parte de ese equilibrio, creo que la razón de existir de las personas o grupos que regulan o controlan la actividad social de un lado y otro, deben, como resultado del cumplimiento laboral en favor de la sociedad a la que prestan el servicio, otorgar paz y tranquilidad
suficiente en verdad.
Debemos comprender que la vida no es totalmente “dulce” ni totalmente “amarga”, cada día y cada instante nos vemos en la necesidad de solucionar uno u otro aspecto, lo cual nos enseña que debemos tratar de conducirnos dentro de un marco central de equilibrio, de manera que el sueño de que todo sea totalmente bueno y armonioso, debe quedarse en eso, en un sueño hermoso, pudiera ocurrir que a determinada persona cercana a nosotros sea feliz con lo que a nosotros nos causa dolor y problemas, ¿Será acaso que esa persona experimente
confort cuando algo no resulta como lo esperaba?

Lo importante es que nunca abandonemos los sueños, John Winston Ono Lennon, tal vez durante muchos años soñó lo que nos platica con su obra musical, el mensaje que pretendo guardar dentro de mí, debe ser sin lugar a equivocarme, la maravilla de los sueños, o la maravilla cuando imaginamos que todo puede ser hermoso, pero repito, lo bueno y lo malo son complementarios, que vida sería si todo fuera bueno o todo malo, en tanto encuentro una respuesta convincente, me quedo con la maravilla que es este mundo, donde con solo imaginar, puedo viajar hasta en el tiempo, diseñando mi propio itinerario, y hoy me prometo nunca jamás erradicar la imaginación, el mejor alimento es imaginar.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Obra maestra

Somos la obra maestra de la creación, por lo menos los sabios antiguos así lo declararon en su tiempo, comparaban las virtudes del ser humano con los actos instintivos de los animales en la manera como observaron la diferencia, calculaban los ilimitados recursos de la inteligencia al dominar la materia, diseñar leyes y emplearlas en su beneficio, fue entonces cuando gritaron: Somos la obra maestra de la creación.
Dios no puede habernos tratado peor que a los animales, dándonos la previsión de la muerte, es entonces cuando declaran que si a la vida material no sucediera una eterna, nada tendría sentido, quizás a eso se refiera el goce de nuestro pensamiento o nuestra alma, dicho razonamiento sería incompatible si no viniera de un poder superior que hace de nuestro cuerpo el templo en que reina una emanación de la divinidad, esa gran inteligencia que rige al mundo, como la mía al instrumento que me ha dado, soy hecho a imagen y semejanza de Dios.
Afirmo que soy soberano por mi libre albedrío y tengo derechos y deberes que debo respetar en mis semejantes. Así lo declararon los antiguos filósofos y sus ideas no tardaron en verse generalizadas y sostenidas por todos los pensamientos, pero exigían pruebas de la existencia del alma, este raciocinio en lugar de afectarse con la tecnología moderna, adquiere nueva fuerza, lo que puede calificarse como el carácter de la verdad.
Posiblemente esa verdad sea el resultado de la materia orgánica en acción, o viene de una fuerza particular, es como el movimiento de un  péndulo de reloj, movimiento que no existe por sí mismo sino que se mueve por medio de una fuerza aislada, pues jamás un efecto es superior a la causa, admitimos entonces que un cuerpo es un instrumento de una fuerza externa, como ejemplo podemos tomar el efecto del oído como instrumento de la audición, mas no la facultad de oír, el cerebro o los órganos de nuestra maquinaria son los instrumentos del alma o el pensamiento.
Conocemos el magnetismo, el calor, la luz y la electricidad como fuerzas materiales que solo son  modificaciones a distintas apariencias de un éter
universal, fluido que comprendemos por medio de nuestra inteligencia, esos efectos de calor o luz y el resto no puede ser análoga de la materia, es distinta y por eso se le define como fuerza inmaterial ya que nunca se destruye aunque desaparezcan los cuerpos que las representan, por lo que esta idea la concluyo afirmando que es la inteligencia quien domina los efectos caloríficos, eléctricos, luminosos y magnéticos, demostrando que no viene de la materia que es transformable.
Los actos de conciencia que instintivamente nos hacen distinguir lo bueno de lo malo y lo justo de lo injusto, apreciados por la razón, elevan el alma a su divina esencia, a su creador, y nos convencen que el alma es un destello divino, que ha
venido de esa divinidad y que a ella ha de refugiarse, de tal suerte que la inteligencia y el instinto superior se reúnen y demuestran que el alma existe y que a esa alma se debe el pensamiento.
Es lo mismo que comprender una atracción que no atrae, una sensibilidad que no se siente o una fuerza sin origen o punto de partida, porque, si las fuerzas materiales, al destruirse los cuerpos vuelven al seno de la naturaleza de donde salieron, el alma y el poder intelectual de los seres humanos retorna al seno de su creador, “la inteligencia infinita”, demostrando que en verdad somos una obra maestra, una obra divina que es la causa y el efecto, la manera de hacer las cosas, que finalmente se convierte en el legado a las generaciones futuras.