jueves, 26 de marzo de 2015

Vida, nada me debes

mejores padres, mejores hijos
Vida, nada me debes
Por: julio Torres.
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida. Fragmento de la poesía de Amado Nervo: “En paz”; He decidido tomar estas palabras porque recientemente hemos sufrido en la familia la pérdida de un ser querido, y durante los funerales, en algunos momentos me fue imposible evitar la reflexión sobre la vida y la muerte, luego encuentro lo siguiente cuando otro autor dice: “Si lo único seguro de la vida es la muerte, temerle, significa no haber entendido la vida”.
Muerte y vida o vida y muerte ha sido el enigma importante que finalmente no comprendemos, es posible que esa sea la razón por la cual se hace necesario creer en lo divino, imaginar que alguien creó todo esto
que conocemos como mundo donde se desarrolla nuestra vida que nos entrega un gran paquete de privilegios y regalos, aunque también nos entrega algunos dolores y hasta lágrimas, pero así es el equilibrio de la vida, imagino que ese mismo equilibrio es el que mantiene la vida y la muerte.
Imagino el mundo maravilloso que se presenta ante nuestros ojos desde el momento en que llegamos a este mundo en cualquiera de las condiciones, y ese proceso de crecimiento que se convierte en un proceso de descubrimiento,
aunque de momento no sepamos realmente de lo que se trata, al cabo de los días, indudablemente que comenzamos a disfrutar de todo cuanto nos ofrece la experiencia de vida, placentero fundamentalmente porque todo es nuevo y todo parece ser maravilloso, convirtiéndonos en arquitectos de nuestro propio destino.
La vida nos proporciona miel, pero al mismo tiempo nos entrega
hiel; así es el equilibrio de la vida, de manera que a medida que acumulamos años, aceptamos la miel y la hiel, no obstante a veces nuestros padres tratan de hacer que todo parezca miel y cuando nos llega un poco de hiel, por sistema nos sentimos desamparados tristes e incapaces de resolver hasta los problemas más insignificantes, pero, la miel y la hiel juntas hacen milagros, nos dan la oportunidad de hacer el bien, sin mirar a quien.
Como dice Amado Nervo, yo también ahora me encuentro en el ocaso, pero de ninguna manera puedo reclamar a la vida, ella me ha tratado como al mejor de sus hijos, cierto que en ocasiones me ha dado mucha hiel, pero con la cantidad de miel que he recibido, ha sido suficiente por la gracia de haber recibido esta vida, hoy, haciendo una retrospectiva declaro que he recibido más miel que hiel y cada mañana me despierto con el agradecimiento de poder ver este mundo
por lo menos por un día más.
Quiero cerrar este pensamiento transcribiendo la otra parte de “en paz” de Amado Nervo;que si extraje las mieles o la hiel de las cosas fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: 
cuando planté rosales, coseché siempre rosas;...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:

¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno!...........Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches
buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas…….. Amé, fui amado, el sol acarició mi faz………. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

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